El Entrenamiento Funcional es un tipo de ejercicio diseñado para mejorar la capacidad de una persona para realizar actividades cotidianas de manera más eficiente y segura. Este enfoque se basa en movimientos que imitan patrones que usamos en nuestra vida diaria, como agacharse, levantar objetos, empujar, tirar o girar, con el objetivo de fortalecer los músculos que intervienen en estos movimientos.
Algunas características clave son:
- Movimientos multiarticulares: Involucra varios grupos musculares y articulaciones en un solo ejercicio, lo que mejora la coordinación y la estabilidad.
- Enfoque en la estabilidad del core: Fortalecer los músculos centrales (core) para mejorar el equilibrio y prevenir lesiones.
- Transferencia a actividades diarias: Los ejercicios están diseñados para mejorar el rendimiento físico en situaciones reales, desde levantar una caja hasta practicar deportes.
- Mejora de la movilidad: Aumenta la flexibilidad y el rango de movimiento de las articulaciones.
- Uso de herramientas variadas: Puede incluir pesas libres, bandas elásticas, pelotas medicinales, y kettlebells, entre otros equipos.
El objetivo principal del entrenamiento funcional es optimizar el rendimiento físico general de una manera práctica y eficaz.